Menos despilfarro de alimentos gracias a concep-tos de envasado y marcado sostenibles para fruta y verdura
Es precisamente en el caso de productos frescos, como fruta y verdura, donde las soluciones de envasado y marcado innovadoras, reciclables y respetuosas con los recursos hacen cada vez más sombra a los conceptos convencionales. MULTIVAC se adhirió pronto a esta tendencia con soluciones que no solo responden a los deseos de sostenibilidad de los clientes, sino que además protegen óptimamente los productos envasados, reducen la pérdida de alimentos y convencen por igual a comerciantes y consumidores con su atractivo diseño.
¿Un envase totalmente ecológico con mucho espacio para imprimir información? ¿Con un extra de protección y seguridad para el producto? ¿Y todo ello con un máximo de eficiencia y rentabilidad durante el proceso de producción? ¿Es posible? “Sí, es posible, pero para ello hacen falta ideas nuevas y conceptos sólidos”, opina Christian Zimmermann, Project Manager Market Intelligence & Applications en MULTIVAC. Su lema: “Thinking outside the box”.
En vista de las desastrosas cifras...
de despilfarro de alimentos es necesario un cambio de mentalidad. Según estimaciones de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), por diversos motivos se pierden al año 1300 millones de toneladas de alimentos, lo que supone un tercio de toda la producción alimentaria.
A esto se suman las emisiones generadas en la producción de los alimentos que no se consumen y que representan alrededor del 6 % de todas las emisiones. Con un lamentable porcentaje del 42 %, es decir 550 millones de toneladas, las frutas y verduras van a la cabeza muy por delante de los productos que les siguen: cereales, raíces, tubérculos, lácteos, carne, pescado y crustáceos. Otro inconveniente es que una quinta parte de las frutas y verduras se dan por perdidas ya antes de ser cosechadas, con lo cual ni se procesan ni llegan al mercado.
Pero, ¿cómo se puede poner coto a esta pérdida de alimentos y, en consecuencia, al despilfarro de valiosos recursos? Y sobre todo: ¿qué papel desempeñan los envases en todo esto?
El balance de CO2 de alimentos y envases
... es un aspecto en el que se centra la atención en el debate público en torno al cambio climático y a la protección del medioambiente. Y con razón. Más de 190 países han acordado en la “Agenda 2030 de la ONU para un desarrollo sostenible” reducir a la mitad las pérdidas de alimentos por cabeza hasta el año 2030, tanto a nivel del comercio minorista como a nivel del consumidor. Al mismo tiempo, también se aspira a obtener una reducción significativa de las pérdidas en la cadena del proceso de producción.
Según estudios actuales en los que se tiene en cuenta el cultivo, la producción, el procesamiento y la logística, la huella ecológica de un alimento envasado es 30 veces mayor que la huella ecológica del envase. De media general, tan solo entre un tres y un cuatro por ciento de los efectos nocivos se deben a los envases en sí. Por tanto, la influencia de los envases y, especialmente, de los envases de plástico sobre el clima mundial es relativamente pequeña, pero la mayoría de los consumidores la sobrestiman en gran medida. Pero aún así: cada gramo de envase que se pueda ahorrar ayuda. Y cada alimento producido que, gracias a un concepto óptimo de envasado, no se eche a perder o no se desperdicie innecesariamente mejora a largo plazo el balance ecológico.
Es un hecho que los envases de alimentos protegen
... el producto a lo largo de toda la cadena logística. Prolongan su durabilidad. Previenen la pérdida de aroma y nutrientes. Conservan la forma, el color, el material, el tacto y, con ello, el buen aspecto de los productos. Un diseño de envase inteligente contribuye también a reducir su volumen. Si es posible almacenar y transportar apilados mayor cantidad de envases y más ligeros, se reduce así el consumo de energía para su transporte y refrigeración, evitando incluso en ocasiones recorridos de transporte adicionales.
“Los envases perfectamente adaptados al producto conllevan siempre ventajas ecológicas. Y es que, cuando se trata de evitar desperdicio de alimentos, los beneficios superan casi siempre a los costes que conllevan la producción y eliminación de envases”, subraya Christian Zimmermann. Así, si los pepinos frescos para ensalada sin envasar se conservan generalmente durante seis días a una temperatura óptima de almacenamiento, los envasados se pueden conservar hasta 23 días. Es decir, a pesar del film plástico que los envuelve, su balance ecológico es considerablemente mejor que el de los productos sin envasar. Con la carne, el jamón y los embutidos pasa lo mismo.
Al mismo tiempo, en el comercio la tasa de desperdicios con una fecha de caducidad de mínimo seis días es de aproximadamente un seis por ciento. Si, con un concepto de envasado adecuado, la fecha de caducidad se puede prolongar el doble, el desperdicio de alimentos total se reduce en un 40 %. Si se considera que alrededor del 30 % de las emisiones de gases de efecto invernadero están relacionadas con la alimentación, al evitar el desperdicio de alimentos se puede reducir la huella climática hasta en un 8 %, lo que representa una cantidad enorme.
Soluciones más ecológicas para el envasado de alimentos frescos acordes con el signo de los tiempos
Desde hace años, MULTIVAC se dedica intensamente a este tema y con sus soluciones de máquinas y conceptos de envasado establece estándares nuevos en materia de sostenibilidad. Concretamente para la comercialización de frutas y verduras, el especialista en envasado y procesamiento se centra en envases exentos de plástico y reciclables. MULTIVAC PaperBoard representa una solución especialmente sostenible para cualquier producto y aplicación de envasado: empezando por la bandeja o el recorte de cartón hechos íntegramente de papel hasta soluciones con una menor proporción de plástico, de aproximadamente un 10 %.
También en lo referente al marcado se mantiene consecuentemente el rumbo hacia la sostenibilidad. Además del clásico etiquetado Full Wrap -ya sólidamente establecido en el mercado y consistente en una etiqueta que envuelve las cuatro caras del envase- desde hace poco tiempo se dispone también de otras dos soluciones sostenibles para el envasado, marcado y sellado de bandejas Fresh Produce: los etiquetados Top Wrap y Top Close.
En el etiquetado Top Wrap...
la etiqueta impide que el contenido se salga de la bandeja o que pueda ser extraído en el establecimiento comercial. “La combinación de bandejas de cartón con etiquetas autoadhesivas de papel o de materias primas renovables conforma además un envase sin plásticos para, por ejemplo, setas, bayas, limones o aguacates pequeños que se puede reciclar óptimamente”, añade Ronald Helmel, Business Development Manager en MULTIVAC Marking & Inspection.
Además, también se pueden utilizar etiquetas de film de polipropileno, que tienen la ventaja de que una ventana transparente en el área superior de la bandeja permite ver el producto. “La proporción de plástico en el conjunto de un envase de este tipo es inferior al 10 % dependiendo del material de la etiqueta” explica Ronald Helmel. “Además, la etiqueta se puede retirar fácilmente, permitiendo así al consumidor separar sin dificultad los materiales para integrarlos al correspondiente canal de reciclaje”.
Con el etiquetado Top Close...
se pueden precintar por arriba y, al mismo tiempo, marcar de forma fácil y segura especialmente bandejas de plástico o cartón de borde ancho y también bandejas redondas. La etiqueta se adhiere únicamente al borde de la bandeja. Un área exenta de pegamento o la conservación del papel soporte en el centro de la etiqueta garantizan que el pegamento no entre en contacto con el producto. Además, directamente en la etiquetadora se puede imprimir en la etiqueta, por ejemplo, la fecha mínima de caducidad y también controlar la impresión. Con un rendimiento de hasta 200 productos por minuto, el etiquetado Top Close es especialmente productivo.
Ambas soluciones de marcado convencen por la atractiva etiqueta y la reciclabilidad del envase. Las etiquetas autoadhesivas sobre el material soporte no solo ofrecen espacio para la información para el cliente y de marketing, sino que además abren nuevas posibilidades en cuanto al grosor y a la forma del material en el que se presentan los productos. Por ejemplo, son posibles troquelados o también zonas sin adhesivo para evitar el contacto con los productos. Las perforaciones sirven como elementos auxiliares de apertura y facilitan el manejo al consumidor.
Etiquetadoras con cinta transportadora: eficientes, fiables y precisas
Las etiquetadoras con cinta transportadora L 310 TopClose o L 310 TopWrap permiten poner en práctica diferentes soluciones. En los dos modelos, el etiquetado tiene lugar automáticamente según van pasando las bandejas, que se pueden alimentar manualmente o por medio de un módulo antepuesto. En comparación con las costosas soluciones de envasado manual, esto supone un notable ahorro de costes en personal y procesos eficientes.
De media, el rendimiento llega hasta los 200 envases por minuto. Se pueden procesar etiquetas con una anchura de hasta 300 mm y un grosor de hasta 170 g/m². En caso necesario, en la misma pasada también se puede colocar una etiqueta adicional en el envase por debajo.
Si además se utiliza una mesa de pegado MULTIVAC, el cambio necesario de los rollos de etiquetas tarda bastante menos de un minuto. Con ello se reducen considerablemente los tiempos de inactividad y aumenta la productividad. Este efecto positivo se puede potenciar aún más con la variante llamada Zero-Downtime, en la que un segundo dispensador de etiquetas se encarga automáticamente del etiquetado cuando se va a cambiar el material de consumo. “Este cambio tan veloz permite un funcionamiento ininterrumpido y un extra de productividad”, añade Ronald Helmel.
Los dos modelos compactos de MULTIVAC se pueden integrar perfectamente en líneas de envasado o utilizarse como solución autónoma con alimentación manual del producto.
06.09.2023
