Productos avícolas de máxima calidad en muy diversas variantes de envases

En Fredericksburg (Pensilvania), Bell & Evans produce productos avícolas de máxima calidad. Esta renombrada empresa de larga tradición es igual de exigente con el envasado. Desde hace ya varios años se vienen empleando aquí termoformadoras de MULTIVAC en la exitosa producción de envases FormShrink® de alta calidad. Con el tiempo, se fueron incorporando sucesivamente otras envasadoras, entre ellas cinco complejas líneas de envasado para envases MultiFresh™, que se instalaron conjuntamente en 2015 en el marco de un gran proyecto.

Actualmente, un total de 14 máquinas de MULTIVAC envasan de forma muy atractiva los diferentes productos avícolas de Bell & Evans. “MULTIVAC es líder en el mercado y ofrece los mejores sistemas de envasado del mundo. Además, al igual que en el caso de Bell & Evans fundada en 1894, MULTIVAC es también una empresa de propiedad familiar. En su actividad comercial ambas empresas se rigen por principios similares, lo que naturalmente fue un aspecto que nos gustó desde el principio”, destaca Scott Sechler SR., presidente y propietario de la empresa.

Bell & Evans fue fundada por Howard H. Bell y Carlton Evans en 1894, lo que la convierte en una de las marcas más antiguas de productos avícolas en Estados Unidos. Se da, además, el caso de que los dos fundadores fueron ya pioneros en el sector de alimentos naturales sin tratar. Entre los hitos de la historia empresarial destacan la fundación de un gran centro de producción en Bellmawr (Nueva Jersey) en 1910 y su adquisición en 1984 por parte de Scott Sechler SR. Para el cambio de milenio, Bell & Evans daba ya empleo a unas 700 personas y colaboraba con más de 90 empresas familiares agrícolas. En la actualidad son ya más de 1.700 empleados los que trabajan en esta empresa, que colabora con 130 granjas familiares.

Productos avícolas de alta calidad en diferentes variantes de envases

La gama de productos, encuadrada en un segmento de precio elevado, se adapta consecuentemente al constante cambio de hábitos de los consumidores y abarca pollos frescos enteros, piezas de ave o carne picada. También incluye alimentos ya preparados –nuggets de pollo, hamburguesas de pollo o pechuga a la parrilla– que el consumidor final no tiene más que calentar y en unos minutos quedan listos para su consumo. Se procesa principalmente carne de pollo, pero también de pavo, pato o gallina. Entre los destinatarios de sus productos se encuentran restaurantes de alto nivel, carnicerías Premium, comercios especializados en alimentos naturales y supermercados selectos. El exitoso modelo de negocio se basa en un principio de Scott Sechler muy sencillo y muy eficaz: procesar únicamente la mejor carne de ave de la mejor manera y ofrecer así la mejor calidad.

Todos los animales proceden de granjas comprometidas con un trato correcto a los mismos y se crían sin antibióticos ni hormonas. Su alimentación se basa exclusivamente en maíz, semillas de soja, vitaminas, minerales y agua limpia y fresca. Pero Bell & Evans no solo concede gran importancia al bienestar de los animales, sino también al empleo de un método de procesamiento y envasado acorde con sus convicciones ecológicas. Por ello, la empresa ha implementado tecnologías de producción basadas íntegramente en refrigeración por aire, que año a año suponen un ahorro de millones de litros de agua. Mientras que los métodos de refrigeración habituales se basan en el empleo de agua clorada, la cual es absorbida por la carne y diluye el jugo natural de la misma, en la refrigeración íntegramente por aire no se utilizan aditivos de cloro.

La sostenibilidad en el punto de mira

“Esta tecnología aporta también considerables ventajas para el consumidor final de los productos”, afirma el jefe de la empresa. Y es que “así logramos que la carne permanezca tierna y sabrosa puesto que no la tenemos que refrigerar con agua helada clorada y macera únicamente en su propio jugo”. Bell & Evans es igual de exigente para el envasado. En 2007 se tomó la decisión de adquirir las primeras máquinas de MULTIVAC “y en ningún momento nos hemos arrepentido de ello”, declara Scott Sechler. En el primer proyecto se implementó una solución para envasar pollos enteros con FormShrink®, una eficiente alternativa al envasado en bolsas retráctiles. En este proceso de envasado se emplean láminas de termoformado con características retráctiles especiales que se activan en el túnel de retractilado después del envasado. El resultado son atractivos envases que envuelven el producto como una segunda piel. Además se minimizan los restos de lámina que sobresalen en los envases de bolsa convencionales. El proceso resulta especialmente rentable puesto que permite rellenar fácilmente por arriba moldes de envase completamente abiertos, sin ensuciar, por lo que se puede automatizar en gran medida. Este proceso también supone ventajas para el comercio puesto que la gran transparencia de la lámina permite una presentación diáfana del producto y un brillo impresionante en los envases.

Un envase atractivo resalta la calidad de la marca

A los envases FormShrink® para pollos enteros les siguió la introducción del envasado skin para piezas de ave y envases familiares grandes. “Evidentemente, para nosotros también es muy importante presentar el producto en el punto de venta en un envase de calidad que resulte atractivo. Con ello resaltamos la calidad de nuestros productos y de nuestra marca para así distinguirlos claramente de otros productos del mercado. Los productos alimenticios de Bell & Evans se sitúan en un segmento de precio más elevado que los productos convencionales presentes en el mercado”, añade el jefe de la empresa. Otros aspectos importantes para esta empresa estadounidense se relacionan con la durabilidad de los alimentos, la seguridad del envase y con un elevado grado de eficiencia y rentabilidad de todo el procesamiento y envasado. En palabras de Scott Sechler: “Es una enorme ventaja poder emplear las mismas soluciones de envasado tanto para productos frescos como para congelados”. Las soluciones de MULTVAC para el envasado por retractilado y skin son “justo lo que estábamos buscando. Se ajustan perfectamente a nuestras necesidades”.

FormShrink®

En el método FormShrink® se utilizan láminas de termoformado especiales extremadamente retráctiles. El envase ya listo pasa por un dispositivo de retractilado. La absorción de calor del agua caliente activa el retractilado de la lámina y ésta se adhiere al contorno del producto.

14 líneas de termoformado de MULTIVAC proPORCIONan unos resultados perfectos de envasado

Actualmente Bell & Evans cuenta con seis líneas de envasado con termoformadoras de alto rendimiento del tipo R 575 MF. Los primeros cinco modelos entraron en funcionamiento en otoño de 2015. Su instalación sin interrumpir el funcionamiento de la empresa constituyó todo un reto, pero el resultado mereció la pena. La máquina permite producir envases al vacío del tipo Skin MultiFresh™ en lotes de tamaño muy grande y ofrece una variabilidad máxima en el ámbito de las aplicaciones MultiFresh™. Cinco de los seis modelos están equipados en Bell & Evans para aplicaciones LipFORM, que constituye una alternativa económica a los sistemas de envasado en bandejas prefabricadas. A ello se unen cinco líneas R 245 para envasar diferentes productos como, por ejemplo, recipientes de 9 kg destinados a la gastronomía sistematizada, que precisa grandes cantidades, o también los envases individuales y familiares que se ofrecen en el comercio. Bell & Evans suministra al comercio internacional envases de 5 kg de piezas de ave producidos en la R 245. Este modelo es una termoformadora de rendimiento medio y libre configuración, al que se puede equipar con una amplia gama de opciones para producir moldes de envase complejos con un alto rendimiento. Ofrece la máxima eficiencia gracias a un consumo eficiente de material de envasado y energía, lo cual constituye un aspecto muy apreciado en Bell & Evans por lo concerniente a la sostenibilidad y protección del medio ambiente.

En la actualidad se encuentra en fase de prueba otra solución para envasar pollos enteros con Mylar® COOK, un método que gracias al empleo de una lámina adecuada permite obtener platos preparados con un trabajo mínimo y conservando el máximo de aroma. Dado que las láminas se pueden utilizar en un rango de temperatura entre –60 y +220 °C, los alimentos envasados pueden guardarse fríos o congelados y prepararse en el horno o en el microondas. Al cocinar el alimento en el envase cerrado se conserva la humedad y aroma del mismo. El envase se abre por sí solo en el horno al alcanzar una determinada presión y, a continuación, comienza el proceso de tostado.

Pero también se siguen envasando pollos enteros con el método FormShrink® en dos máquinas del tipo R 555. Esta termoformadora permite producir envases retráctiles de alta calidad en lotes de gran tamaño logrando así prolongar claramente la durabilidad de los productos envasados en comparación con la durabilidad que se obtiene en las bolsas retráctiles.

La última incorporación ha sido una rentable R 225, de un rango de rendimiento medio, que entró en funcionamiento en junio de 2017 para envasar en envases de formato grande. Sus opciones de equipamiento en función de las necesidades prácticas le confieren una atractiva relación calidad-precio.

MultiFresh™

En el envasado skin al vacío MultiFresh™ se utilizan láminas skin especiales que envuelven el producto como una segunda piel sin quedar tensa y sellan toda la superficie con la lámina inferior. Para activar sus propiedades, la lámina superior pasa por una estación calefactora y seguidamente se preestira en la horma de soldadura.

Competencia en sistemas

La competencia en sistemas de MULTIVAC es un aspecto que Scott Sechler valora especialmente. “También utilizamos sistemas de etiquetado para el marcado por debajo y la colocación de etiquetas en la parte superior de los envases. Están perfectamente diseñados para nuestras máquinas, por lo que se integran de forma impecable en nuestras líneas. En definitiva, hemos encontrado la mejor solución para nuestros productos de calidad”.

En resumen, la instalación de las máquinas se desarrolló conforme al plan “aun cuando la introducción de nuevas tecnologías evidentemente supuso algunas dificultades y la curva de aprendizaje en relación, por ejemplo, a los ajustes de la máquina o a las propiedades de la lámina discurrió muy empinada”, añade el jefe de la empresa. “Estamos encantados con el resultado final”.